Cuando uno empieza a estudiar una carrera, pronto se plantea empezar a trabajar. Cada vez se es más independiente, se hacen más viajes, y se tienen más gastos (aunque muchos vivan con sus padres). Otros, por el contrario han de empezar a trabajar para poder pagarse la carrera. Gracias a los horarios de las universidades, es posible compatibilizar esta situación.
Por supuesto, hay otros factores que influyen, y que hacen más o menos fácil esta situación. No todas las carreras universitarias requieren del mismo esfuerzo ni de las mismas horas a dedicar fuera del horario lectivo, en ese caso, lo más conveniente es hablar con el jefe de estudios, y que te aconseje y guíe sobre cómo se puede llevar mejor. La solución de muchos es reducir el número de asignaturas al año.
A continuación, te vamos a dar algunos consejos sobre cómo llevar esta situación lo mejor posible.
- En primer lugar, hay que conocer bien la carrera que vamos a estudiar. Dependiendo de su dificultad, debemos escoger algunas asignaturas del curso, para asegurarnos el tiempo de estudio mínimo.
- A partir de aquí, y si la empresa nos lo permite, debemos escoger el horario más adecuado para nosotros. En la mayoría de las universidades públicas ofrecen varias franjas horarias, con horario de mañana, que suele ser desde las 8 de la mañana hasta la 1, horario de mediodía entre las 12 y las 5 de la tarde, y por último el horario de tarde, que será a partir de las 5. También hay algunos centros que permiten el estudio nocturno.
- Ya que en el día a día no será fácil encontrar tiempo para el estudio, debemos dedicar parte del fin de semana a recuperar todo lo que un alumno sin trabajo ha podido hacer. También en estos casos es fundamental acudir a clase, tutorías, y todo lo que pueda ayudarnos en la horas de clase a ir “memorizando” la asignatura. También hay que intentar adelantar todo lo que tendremos que hacer para la semana próxima.
- Hay que separar muy bien unas cosas de otras. Dedicaremos las horas correspondientes al trabajo, sin encargarnos de los estudios y viceversa.
- Tampoco está de más, dejar algunos días de vacaciones para las semanas de exámenes, y así ir mucho más relajados.
- Por último, no debemos olvidar las verdaderas vacaciones. Se debe tener al menos dos semanas al año de vacaciones, un horario tan completo necesita de unos días de descanso para volver con más fuerza a la intensidad de la semana.
Como última opción, y no por ello peor que la otra, es estudiar la carrera a distancia. Esto te permite no tener que asistir a las clases, y poder prepararte las asignaturas desde casa, mucho más cómodo, pero quizás necesita algo más de fuerza de voluntad que la opción presencial.
Aunque a muchos les parezca imposible, es totalmente compatible estudiar una carrera y trabajar al mismo tiempo.