Parece que la crisis también ha llegado a la universidad y a los estudiantes, ya que está aumentando poco a poco el número de graduados que llevan deudas debajo del brazo. Según un estudio, realizado en EEUU, un alto porcentaje de alumnos del año pasado, se graduó con una deuda media de casi 30.000 dólares, y lo peor de todo es que lo más posible es que esta aumente un 6% cada año. Además un 44% de los que debe, no puede afrontar algún pago próximamente.
Este es el motivo que ha ocasionado que muchos estudiantes se las ingenien para poder pagar las cuotas universitarias y su día a día. Y para mejorar algo el panorama, es posible hacerlo aumentando también la experiencia en el currículum vitae, que a menudo sale bastante pobre de estos años de estudio. Uno de los principales inconvenientes que tiene los recién graduados es encontrar un primer trabajo. Generalmente, el único motivo por el que no acceden a el, es la experiencia.
Aprovechar la universidad
Durante lo años universitarios, el tiempo libre es algo mayor que en la época de colegio o incluso de trabajo. Algunas carreras universitarias, suponen unas 4 horas de clase al día, sumadas a las horas de estudio, dejan tiempo más que suficiente para un trabajo a media jornada. Muchas universidades, ofrecen puestos de becarios a estudiantes, que pueden compaginar a la perfección con sus horas de clase,e incluso en alguna ocasión convalidar con alguna asignatura.
Reducción de gastos
La becas ofrecidas tanto por el Estado como por la Comunidad Autónoma son escasas, pero seguro que es posible acceder a alguna de ellas. Estar convenientemente informado de los plazos y de los requisitos nos ayudarán a pagar las cuotas, además si podemos sumar algún trabajo extra como profesor particular de niños, o cuidadores será más que suficiente para ahorrar el pago de un año académico, que ronda los 1.000 euros en primera matrícula (aunque depende de la carrera).
Alquiler y vida en otra ciudad
Si no tenemos la suerte de estar estudiando en nuestra ciudad, habrá que sumar gastos de alquiler y manutención cada mes. En estos casos, el piso compartido con otros estudiantes o el alquiler de habitaciones es la mejor opción. También podremos optar a posibles descuentos por ser menores de 30 años, como por ejemplo la eliminación del IVA en algunos productos de determinados supermercados o en alguna actividad de ocio gracias al carné joven. La compra en común con otros inquilinos también nos ayudará a ahorrar, así como las fotocopias en vez de la compra de libros, o la venta de libros que ya no usaremos.
