Los emprendedores son uno de los grupos que más importancia están teniendo durante los últimos años. Con la crisis actual, y los despidos que ha habido, son muchos los que han decido empezar un nuevo camino, y poner en marcha esa idea de negocio que tenían desde hace años.
Pero para ser emprendedor hace falta tener muchas cualidades. Llegar a que una empresa creada de la nada, lleve a obtener beneficios, supone un camino difícil y lleno de trabas e inconvenientes.
Para ser emprendedor hay que tener mucha fuerza de voluntad, y sobre todo saber levantarse siempre. Pero esto no se consigue de la noche a la mañana, será necesarios crear una serie de hábitos que nos ayuden en esa ardua tarea. Aunque hay muchos tipos de emprendedores, todos tienen ilusión y confianza en ellos mismos.
1. Levantarse temprano
A quién madruga Dios le ayuda, un dicho popular que tiene mucha razón. Empezar a trabajar durante las primeras horas del día, es fundamental para que cunda el trabajo. Según va pasando el día estamos mas cansados, y nuestra productividad va descendiendo. Además, los dueños de negocios exitosos consiguen una enorme cantidad de trabajo entre las 5 y las 7 de la mañana, según varios estudios. Una planificación semanal es fundamental para llegar al éxito.
2. Centrarse
A veces, al ser nuestro propio jefe,es complicado centrarse en lo que es el trabajo. Redes sociales, familia, correo electrónico, etc. Los dueños de los negocios tienen que ignorar estas distracciones y si es posible tener a alguien que se ocupe de ellas. Esto aporta un extra al trabajo, ya que está concentrado en ello, y lo hará mejor que si está a varias cosas a la vez.
3. Obsesionarse con un cliente
Aunque hayamos tenido una idea inicial con un cliente, y nos haya costado mucho conseguirlo, no tenemos que aferrarnos a él, si las cosas no van bien. Tampoco debemos obsesionarnos con objetivos valiosos, con la comunicación, con el servicio de nuestra empresa, ni con nada. Hacer cada cosa en su momento, y dedicarle un poco de tiempo, nos ayudará a encontrar mejor una solución, que si nos dedicamos todo el día a pensar en lo mismo.
4. Vacaciones y descanso
Muchos de los emprendedores más exitosos se toman su tiempo para recargar pilas. Y lo hacen mediante el ejercicio, la alimentación saludable, y el descanso. Cuando se lleva tiempo haciendo esto, uno se da cuenta de la cantidad de cosas buenas que aporta, sobre todo en términos de productividad, y de cara hacia la empresa. No hay que estar todo el día en la oficina o en el lugar de trabajo, ya que puede llegar a cansar y saturar.
5. Eliminar los fallos
Las empresas que empiezan, suelen tener muchos fallos. Es importante irlos eliminando, y no obsesionarse con hacer una cosa si ha salido mal varias veces o si no funciona. A veces no está de más, pedir opinión a alguien externo, que no tenga relación directa con la empresa, para saber qué es lo que realmente le hace falta a tu empresa, y qué es lo que quiere ver el cliente, que a fin de cuentas es lo importante.
6. Ilusión por su negocio, día a día
Por último, el hábito más importante es la ilusión por nuestro negocio. Cada día es una experiencia nueva, y hay que ir con ganar y con una actitud de hacerlo cada día mejor. Esto es sin duda, la base para que un negocio pueda empezar a dar frutos.
