A la hora de realizar nuestro CV son varios los formatos que podemos elegir, y siempre debemos hacerlo en función de nuestra experiencia o de nuestra vida laboral. No siempre tenemos muchas “cosas que contar” en todos los apartados, por lo tanto debemos realizar nuestro CV mirando más hacia nuestras carencias que hacia nuestros logros.
Es importante realizar un currículum vitae destacando aquello que de más valor a nuestro perfil dentro de la empresa, por lo tanto no siempre debemos mandar el mismo tipo de CV. Además, debemos incluir o eliminar determinada información, que pueda hacernos perder puntos, como por ejemplo hacer referencia a un nivel de idioma que realmente no tenemos o desconocemos, ya que no nos han realizado una prueba de nivel oficial.
Currículum temático
Este tipo de CV es el que debe realizar aquellos que no tengan mucha experiencia, o que por el contrario hayan realizado multitud de trabajos sin permanecer mucho tiempo en ellos. Este tipo de CV, nos permite especificar más en la experiencia y la formación, es decir se divide en temas. Este tipo de CV es mucho más flexible, y permite centrarte en tu experiencia, si es lo que más tienen en cuenta en la empresa. Este tipo de CV elimina el tiempo que has estado en cada empresa, por lo que es perfecto para aquellos que han cambiado de trabajo muchas veces. Este es el tipo de CV que deben utilizar los que han estado parados o no han promocionado en las empresas.
Currículum cronológico
Este tipo de CV es el más utilizado, y se trata sencillamente de ordenar nuestra experiencia y nuestros estudios de forma cronológica, de manera que se vea muy clara nuestra evolución y nuestra trayectoria laboral. Además en este caso se incluyen los años que se ha estado en cada empresa, así como el nombre de la misma. Es el currículum perfecto para los que quieran resaltar su trayectoria, y para los que la experiencia en un sector sea importante. Destaca la evolución y estabilidad de tu trayectoria laboral.