Comencemos conociendo una mínima parte de la entrevista de trabajo, la cual es la fase definitiva, dentro de cualquier proceso de búsqueda de empleo o de cambio de trabajo. Todos los pasos anteriores como la toma de información, preparación, envío de la carta de presentación y seguimiento de currículo, han estado dirigidos a conseguir una entrevista de selección con la empresa.
Es el momento del contacto personal, donde de una forma individual y directa, el entrevistado tiene la ocasión de convencer al entrevistador de que él es la persona idónea para el puesto. “Nos jugamos mucho en poco tiempo”.
Entre algunas de las preguntas sobre tu formación podemos encontrar:
¿Por qué elegiste esa carrera?
Realiza un balance positivo y enfoca la respuesta de manera que se resalten los conocimientos y competencias más acordes con el puesto al que optas. Es necesario que tengas en cuenta que deberías apuntar a gusto que estás con tu elección, las actividades complementarias y trabajos realizados, prácticas, etc.
¿Qué asignaturas te gustaban más/menos y en cuáles sacabas mejores/peores notas?
¿Cuál fue la experiencia más gratificante durante tu vida como estudiante?
Preguntas sobre tu antiguo trabajo, jefe o colegas
¿Por qué cesaste en el anterior trabajo? ¿Por qué quieres cambiar de empresa?
NUNCA critiques a tu antigua empresa, jefes o colegas. Si lo haces, el entrevistador podrá pensar que no eres una persona de fiar. Apuesta por la carta de “quiero asumir más responsabilidades” o “quiero ganar más experiencia”.
En el caso de que los motivos tienen más que ver con una reducción de plantillas y despidos, puedes explicarlo. “A pesar de mi buena labor tuvieron que prescindir de mi”. Cada vez se valora más la flexibilidad y adaptabilidad, con lo que no debes avergonzarte si te han despedido.
Lo más normal es que uno de los motivos que se suele esconder tras un cambio de empleo es ganar más dinero, pero, de momento no menciones el tema, ya llegará el momento de hablar del sueldo. Si otra de las razones es la cercanía a tu lugar de residencia, mejor no lo comentes, ya que indica que sólo estás interesado en la ubicación de la compañía y no en su filosofía.
¿Qué funciones desempeñabas?
Describe tus funciones de la manera más detallada posible, añadiendo además con qué otros departamentos te relacionabas y cómo planificabas el trabajo. Trata de asociar tus responsabilidades con las que figuran en el nuevo puesto.
¿Cuál de tus trabajos previos te ha gustado más/menos? ¿Por qué?
¿Cómo te llevabas con tus compañeros, con tus subordinados?
¿Cuál fue la situación más desagradable en que te viste? ¿Cómo le hiciste frente?
¿Cuáles son las decisiones más difíciles que has debido tomar?
¿En qué casos has sido criticado por tus decisiones?
¿Cuáles son los logros profesionales de los que te consideras más satisfecho?
En esta pregunta el entrevistador desea ver firmeza y seguridad al responder. La respuesta debe estar orientada a manifestar lo bien que te sientes contigo mismo por tus logros alcanzados en cuanto a experiencia, conocimientos y estudios y añade que, desde luego, esperas lograr más.
Puedes responder, por ejemplo: “Me siento satisfecho con el éxito alcanzado hasta el momento, pero requiero nuevos retos y oportunidades” o también podrías contestar algo como lo siguiente: “Comencé hace (tantos) años como becario/a en el departamento de marketing (u otro puesto) y ahora soy jefe de producto (u otro puesto) por lo que me considero una persona exitosa y dispuesta a asumir nuevos retos que superar.
Preguntas relativas a la empresa y el puesto ofertado
¿Cuál es tu opinión sobre nuestra empresa?
Es importante investigar sobre la empresa (productos que fabrica o servicios que ofrece, historia, competidores, proyectos que la compañía está realizando de carácter social, etc.) antes de ir a la entrevista de trabajo. De esta manera, cuando el entrevistador formule la pregunta, podrás responder de una forma adecuada y demostrará el interés por la empresa y por el puesto.
¿Por qué quieres trabajar aquí? ¿Qué es lo que más te atrae del puesto al que optas?
No digas que buscas cualquier cosa en cualquier sitio porque acabarás con tus posibilidades.
Haz referencia al sector, y luego a la empresa destacando algún dato importante, su situación estratégica respecto a sus competidores, sus valores corporativos, sus proyectos, productos… Verán que conoces la empresa y dejarás bien clara tu iniciativa e interés por el puesto.
No debes decir que por el aspecto económico ni por el salario que se te pagará. Es mejor contestar de una forma breve sobre la empresa y el puesto como por ejemplo: “El porvenir que ofrece”, “Lo que significa como reto”, ” o “la posibilidad de colaborar con un excelente equipo de profesionales”.
Recuerda, no estás buscando trabajo, estás buscando trabajar en esa empresa en ese puesto.
¿Trabajarías los fines de semana?
Es conveniente mostrar disponibilidad. “En principio no tendría inconveniente”.
Debemos destacar que existe un después de la entrevista es muy importante como el antes y durante, ya que concluye la fase de selección para crear una buena impresión frente del reclutador de que eres el candidatos idóneo para la vacante disponible. Al finalizar la entrevista, de una forma breve puedes consultarle el plazo para llenar la vacante, esto te dará la idea del tiempo que llevará la toma de decisión por parte de la empresa.
Sepa que al no ser seleccionado, algunos reclutadores se comunican con los candidatos para agradecerles por su participación en el proceso, pero al no tener respuesta por parte de la empresa, después de un lapso de 15 días, es posible llamar o enviar un correo al entrevistador para consultar por el proceso.