Cuando nos ponemos por primera vez a redactar un currículum, y partiendo de la base de que hoy en día prácticamente todos lo hacemos a partir de plantillas ya existentes, tenemos una tendencia inicial a rellenar absolutamente todos los campos y proporcionar un elevado volumen de información, y sin embargo descuidamos cuestiones mucho más básicas y que al final acaban siendo tanto o más relevantes que ese exceso de información.
Vamos a tratar de recordar algunas cuestiones que siempre debemos tener presentes a la hora de elaborar un currículum, independientemente del modelo del mismo.
Manejar una medida exacta del volumen de información es básico; debemos ser lo más concisos y directos posible, y, desde luego, entender que un currículum que sobrepasa las dos hojas ya es en principio un currículum excesivo.
A la hora de la redacción resulta muy importante una buena elección del papel, huyendo en principio de papeles extravagantes y apostando por el color blanco o en todo caso colores muy claros, siempre en formato estándar y utilizando fuentes legibles con espacios estándar destinados a facilitar la lectura de quien recibe el currículum. Por supuesto queda descartado el currículum a mano excepción hecha de solicitud expresa (algo hoy en día muy raro.
Los adornos, dibujos, y en definitiva todo lo que pueda suponer un exceso de imagen y color no son recomendables en la gran mayoría de currículum. Buscamos transmitir profesionalidad, incluso en aquellos casos en los que se busca trasmitir creatividad esta debe ser controlada.
Se entiende, aunque nunca está de más recordarlo, que debemos respetar al máximo las reglas de ortografía, procurar evitar repeticiones, no utilizar abreviaturas y en lo posible presentar una redacción lo más ágil y amena que seamos capaces de poner en juego.
A la hora de exponer las habilidades y aptitudes conviene ser positivo, algo simple de poner en marcha sobre todo si comunicábamos en el primer punto vamos a manejar una medida concisa de información, no es necesario explicar nuestros fracasos pero si nuestros logros, aunque, como recomendado muchas veces, la mentira no es un buen camino en este sentido.