Las tres habilidades que debes dejar de poner inmediatamente en tu nuevo currículum

Lo que antes sumaba, ahora hace ruido

Vamos al grano: tu currículum no es un almacén de todo lo que sabes. Es un escaparate. Y si en ese escaparate colocas cosas que ya no interesan, lo único que consigues es que nadie se pare a mirar. Hay habilidades que, aunque suenen bien, hoy no dicen nada. O peor: pueden hacer que parezcas desactualizado.

Y en un proceso de selección, créeme, eso pesa. Porque hay cientos de personas queriendo lo mismo que tú, y el reclutador no tiene tiempo ni paciencia. Si algo no aporta, molesta. Y eso se traduce en que tu CV acaba en la pila de los descartados.

Así que si estás dándole una vuelta a tu currículum, hazlo en serio. Y empieza por quitar esto.

Decir que sabes usar el correo electrónico ya no tiene sentido

Hace unos años tenía sentido. Incluso podía ser un plus. Pero estamos en 2025. Y si tienes edad laboral, se da por hecho que sabes enviar y recibir correos. Igual que se da por hecho que sabes abrir un navegador o meterte en una videollamada.

Incluir algo así no solo no aporta, sino que puede hacer pensar que no tienes habilidades digitales más actuales. Y eso, en la mayoría de trabajos de hoy, es un punto en contra.

Si quieres destacar algo relacionado con la tecnología, tiene que ser algo que de verdad marque la diferencia: que dominas una herramienta específica, que sabes automatizar procesos, que trabajas bien con hojas de cálculo avanzadas… Eso sí interesa.

Lo de “buena presencia” ya no cuela

Esta es una de esas frases comodín que se metían casi por inercia. Pero, si te paras a pensarlo, ¿qué significa exactamente “tener buena presencia”? Es vago, suena vacío, y sobre todo: no dice nada profesionalmente útil.

Hoy lo que importa es que sepas comunicarte bien, que tengas empatía, que transmitas profesionalidad. Y eso no se pone como un adjetivo suelto, se demuestra con tu experiencia.

¿Atendías clientes? ¿Has trabajado cara al público? ¿Lideraste un equipo? Eso ya habla por ti más que una frase que suena a relleno. Y tu currículum no necesita relleno, necesita precisión.

Tu dirección completa… no hace falta

Este punto sorprende a muchos, pero tiene todo el sentido del mundo. Incluir tu dirección completa (calle, número, código postal…) no es necesario. Y, siendo sinceros, también invade tu privacidad sin necesidad alguna.

Con poner tu ciudad o tu provincia, basta. El reclutador ya sabrá si estás cerca de la empresa o si el puesto implica mudarte. Además, con la cantidad de trabajos en remoto que hay ahora, ni siquiera eso siempre importa.

¿Quieres dar buena impresión? Pues mejor que pongas tu correo profesional (sí, olvídate de direcciones tipo “juani_love93”) y un teléfono donde puedan llamarte. Lo demás, ya se verá si hace falta.

Así que, si estás actualizando tu CV, piensa bien cada línea. ¿Esto aporta algo real? ¿Dice algo sobre lo que sé hacer, sobre cómo puedo encajar en ese trabajo? Si la respuesta no es un sí claro, bórralo. Mejor dejar un currículum corto pero directo, que uno largo y sin foco.

Hoy, menos es más. Pero ese menos tiene que ser lo mejor.

Publicidad