Para la hora de elaborar el currículum, sobre todo cuando no se posee mucha experiencia profesional tendemos a añadir elementos complementarios que pueden ser interesantes, desde prácticas profesionales, voluntariado, etc. Sin embargo, suele surgir cierto halo de dudas respecto a qué hacer con el ocio y las aficiones y de manera más concreta por el deporte.
Vaya por delante que este no es un artículo sobre si conviene o no conviene que un currículum tenga un apartado sobre aficiones e intereses, ya que este es otro debate, y depende de otros factores. Sin embargo, una vez decidido que, si tiene presencia en nuestro currículum elementos no sólo profesionales, deberíamos enfocar cuáles son las mejores formas, si las más adecuadas de introducir nuestra experiencia deportiva dentro del currículo.
Cuando el deporte es una afición y no concurren responsabilidades
Cuando la práctica deportiva es una afición en la que no se asumen más responsabilidades que el propio hábito deportivo y la superación personal, es precisamente este último valor el que puede ser interesante en el currículum. Reseñar los logros personales dentro de una práctica deportiva, la constancia y la habilidad para superar retos, son elementos interesantes que, si están incorporados dentro de los hábitos vitales de una persona, pueden también incorporarse a los hábitos profesionales.
No obstante, en este caso, el espacio que debe ocupar esta actividad es menor. Debería figurar sólo en el apartado de ocio y aficiones y reseñarlo en un par de líneas sintetizando lo anteriormente citado.
Cuando se ha practicado deporte profesional, semiprofesional, o con responsabilidades
En caso de haber practicado deporte profesional, semiprofesional o con responsabilidades, la situación cambia y probablemente, sobre todo en un currículum como poca experiencia laboral previa, podamos incidir más en estos temas.
Básicamente, debemos tener en cuenta que lo que buscaremos es transmitir nuestro compromiso profesional o semiprofesional con el deporte, con la constancia, la superación y la búsqueda de mejora permanente. Si, además, se han tenido responsabilidades, por ejemplo, dentro de un esquema organizativo, de un equipo de un club, es importante señalarlo ya que, de este modo, se pueden poner en valor nuestras habilidades gestoras y dirección de equipo.
En definitiva, realmente, utilizar la práctica deportiva salvo cuando ha sido realmente relevante o cuando tiene mucho que ver con el puesto de trabajo al que estamos aplicando el currículum, es una acción lateral. Puede ser una buena acción complementaria, de hecho, probablemente currículum con poca experiencia sea necesaria, pero en ningún caso debemos pensar que es una parte fundamental de nuestro currículum en absoluto.
En estos casos, es importante incorporar otros elementos que vayan desde los estudios hasta formación, prácticas profesionales, etc. Y por supuesto, como ya indicábamos en artículos anteriores, cualquier experiencia laboral, por mínima que nos parezca y alejada del puesto al que ahora aspiramos, siempre será interesante y bien venida en un currículum.