Una de las primeras preguntas que nos hacemos a la hora de hacer nuestro primer currículum vitae es la organización. Es cierto que hay unos currículum generales, que se adaptan a la normativa europea y que podemos utilizar como modelo y plantilla, pero muchas algunas veces hay que marcar la diferencia. Los currículum podrían dividirse en dos grupos: temáticos y cronológicos.
Los CV temáticos son aquellos que se centran en las etapas de nuestros estudios. Por un lado lo relacionado con la carrera, por otro los master y los cursos, la experiencia, aficiones, etc. En ellos no se establece el tiempo como una prioridad, y se limitan a nombrar en primer lugar aquellos títulos, o cursos que son más importantes o relevantes. Esto generalmente no es una buena idea, ya que podemos considerar como estudios importantes algo que el entrevistador no cree así, y puede dar más importancia a otro.
Por otro lado están los CV cronológicos. Estos son mucho más habituales, y establecen una estructura muy clara y sencilla para el entrevistador, que puede comprobar a golpe de vista la evolución durante los años pasados. Además esto permite saber qué conocimientos tenemos más frescos y cuáles son las últimas aptitudes adquiridas, así como la ampliación de nuestros estudios iniciales, que pueden estar algo más oxidados.
Lo ideal es crear un currículum con una combinación de los dos. Debemos dividirlo por temáticas, con los estudios superiores, bachillerato, experiencia, períodos de prácticas, aficiones, etc. Y dentro de ellos hacerlo cronológicamente. Podemos hacerlo desde lo más actual hasta los más antiguo, o al revés. Lo más común es comenzar por lo más lejano, para así dejar como última idea nuestros estudios especializados.
A partir de aquí debemos aplicar las “normas” más habituales, y más aplaudidas por los propios entrevistadores. Fotografía, redes sociales, un solo folio, letra clara y sin florituras, nivel de idioma en función de la normativa europea, y una breve carta de presentación que diga algo más de nosotros mismos. A priori parece sencillo, pero una de las quejas habituales de los reclutadores de empresas importantes, es la cantidad de CV que no reúnen las características que deberían en cuanto a su presentación y estructura.