El desempleo , el mismo que fue registrado en España , ahora nos encontramos con que subió en el mes de noviembre por cuarto mes consecutivo y sumó 74.296 personas, con lo que el total llegó a 4.907.817, 1,54% más respecto de obtubre, según datos difundidos hoy por el Ministerio español de Empleo y Seguridad Social.
Si bien todos sabemos que la crisis se siente aún más al analizar el aumento del crítico índice en el último año, desde noviembre de 2011, un periodo en el que el desempleo se incrementó en 487.355 personas, que representa el 11,02% de la población.
Debemos tener en cuenta que lo que sucede según el Instituto Nacional de Estadística (INE), es que se utiliza un método de cálculo diferente, en el cual ocurre que la tasa de desempleo fue la misma que superó en el tercer trimestre el límite histórico del 25%, con un 25,02% (más del 52% entre los jóvenes de 16 a 24 años), el nivel más elevado después de Grecia, en el mundo industrializado.
No obstante, el gobierno sigue previendo una tasa del 24,6% para finales de 2012, y una ligera bajada al 23,3% en 2013.
Tengamos en cuenta que se trata del segundo noviembre con peores datos de desempleo registrado en la serie histórica, después del de 2008, cuando el desempleo aumentó en 171.243 ciudadanos.
Como bien sabemos es que el desempleo subió especialmente en servicios, con 63.166 desempleados más (2,12 %); seguido de la agricultura, con 5.777 (3,12 %); la industria, con 4.670 (0,87 %) y también entre el colectivo sin empleo anterior en 2.954 (0,78 %). Sólo bajó en la construcción en 2.271 personas (el 0,30 %).
El incremento del desempleo registrado en España en los últimos años es la consecuencia más dramática de la grave crisis económica y financiera que vive el país, precedida del pinchazo de la burbuja del sector inmobiliario que causó una gran destrucción de puestos de trabajo.
Por parte de el Ministerio de Empleo es el mismo que actualmente explicó que el crecimiento del desempleo en noviembre se debió sobre todo a un efecto puntual, concretamente, a la extinción de los convenios especiales obligatorios de la Seguridad Social para cuidadores no profesionales de personas dependientes. En virtud de esos convenios, estas personas no computaban hasta ahora en el desempleo registrado. Báñez subrayó que, sin contar con este cambio, el desempleo sólo habría aumentado en 36.313 desocupados.
Al respecto, la asociación Economistas Frente a la Crisis afirmó en un comunicado que se trata de una mera repercusión estadística que sirve para ofrecer una explicación exculpatoria de la responsabilidad del gobierno en el aumento del desempleo. La organización de economistas señaló que una vez más se pone de manifiesto cómo el gobierno quiere aparecer como no responsable de las negativas consecuencias que se derivan de sus equivocadas políticas.
Las cifras del Ministerio de Empleo difieren de las que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), que siempre son más altas porque toman en cuenta a las personas que no se registran oficialmente como desempleados por haber abandonado la esperanza de encontrar trabajo.
Según la última encuesta del INE, el desempleo afectaba a fines de septiembre a 5.778.100 personas, un 25,02 por ciento de la población activa, la cifra más alta en la Unión Europea. La falta de trabajo entre los menores de 25 años aumentó, de acuerdo con los datos del INE, al nivel record de un 52,34 por ciento.
El desempleo subió especialmente en el sector de servicios, con 63.166 desempleados más (2,12 por ciento), seguido de la agricultura, con 5777 (3,12 por ciento); la industria, con 4670 (0,87 por ciento). La desocupación entre los hombres aumentó respecto de septiembre el 0,98 por ciento, hasta 2.416.228 parados, y entre las mujeres se incrementó en un 2,08 por ciento, hasta 2.491.589. También subió en 10.457 personas (1,73 por ciento) entre los extranjeros, hasta situar el total de desempleados en este colectivo en 616.416.
En Bruselas, el ministro de Economía, Luis de Guindos, dijo que el cuarto trimestre de este año será el más difícil de la recaída española en una nueva recesión, que se inició a finales de 2011. En un país donde una persona de cada cuatro en edad de trabajar está desempleada, tal régimen ha causado malestar social y una reducción de los gastos de los hogares españoles. La venta al por menor lleva cayendo 28 meses consecutivos, señal de la prudencia de los hogares, a los que se asestó un nuevo golpe en septiembre, con la subida del IVA del 18 al 21 por ciento.
Si bien sabemos que el número de españoles que abandona el país en búsqueda de mejores oportunidades de empleo como el de trabajadores extranjeros que regresan a sus países continúa en aumento. Ante esta situación la demanda por cursos para aprender otros idiomas, en ellos el alemán, ha aumentado considerablemente y se pueden observar largas filas para inscribirse a este tipo de cursos.
Algunos de los que se han quedado a laborar en España han recurrido a rediseñar su currículum vitae, ajustando conocimientos y habilidades, por ejemplo, ocultando una maestría o un diplomado, con la intención de ser candidatos más atractivos para ofertas de trabajo con remuneraciones más bajas que las que corresponden a su perfil real.
Esto genera un desperdicio de talento, pues por un lado se tiene gente sobre calificada en puestos donde no pueden explotar su potencial y por el otro existe una fuga de talento incluso hacia fuera de la Unión Europea. Si la situación continua así, no sería extraño que la búsqueda de empleo por parte de emigrantes españoles se amplíe hacia y en Latinoamérica.
Mientras que en el cuarto trimestre de 2008, en medio de la crisis financiera que asoló al mundo, el empleo en el sector privado disminuyó 4.2% con respecto al mismo periodo del año anterior, el empleo en el sector público creció 4.0%. Hoy podemos observar como la duración de esta crisis ha ido consumiendo y agotando al estado español obligándolo, entre otras cosas, a reducir su número de empleados, limitando una de las alternativas que los españoles en búsqueda de empleo podían considerar.