Ya conocemos los datos adelantados del paro del pasado mes de noviembre, y cabe decir en primera instancia que debemos considerarlos unos datos positivos por cuanto vienen a indicar una cierta estabilidad en la tasa de desempleo, desde luego muy lejos aún de lo que las sería un entorno adecuado de evolución, pero una noticia positiva a fin de cuentas.
De hecho estamos ante el primer mes de noviembre en prácticamente 25 años en el que desciende el desempleo, debemos recordar que noviembre es tradicionalmente un mes en el que aumenta el desempleo por la estacionalidad. Por tanto hay una doble lectura en esos 2475 parados menos; por un lado efectivamente esa cierta estabilidad a la que nos referíamos al comienzo del artículo, y por otro lado un dato comparativo bueno por lo menos en una dirección menos mala que hace unos meses.
Donde los datos no son tan positivos es en lo relativo a la firma de contratos y el número de afiliados a la seguridad social, de hecho se registró un descenso de 66.000 afiliados y, además de esto, se confirma una tendencia vertiginosa a la reducción de los contratos indefinidos, que en este caso apenas han supuesto un 7,30% de todos los contratos realizados, a favor de un modelo de contrato temporal o parcial, que supone cerca de un tercio de todos los contratos realizados.
En definitiva una noticia buena por lo relativo a un descenso por pequeño que sea del desempleo, pero una noticia no tan buena desde el punto de vista del empleo que se genera y el que se destruye, sin duda siguiente elemento con necesidad urgente de arreglo y estabilidad.
