El desempleo registrado en España subió en noviembre por cuarto mes consecutivo y sumó 74.296 personas, con lo que el total llegó a 4.907.817 (el 1,54 % más).
Con un número de desocupados por encima de los 4,9 millones España alcanzó un nuevo récord.
En concreto, el desempleo alcanzó al cierre de noviembre la cifra de 4.907.817 personas, el nivel más alto en toda la serie histórica comparable, que arranca en 1996, informó hoy el Ministerio de Empleo y Seguridad Social de España.
La suba del desempleo en noviembre, mes en el que históricamente suele aumentar, es la cuarta consecutiva tras la de agosto, septiembre y octubre y el segundo peor registro en este mes dentro de la serie tras el de noviembre de 2008, con 171.243 desempleados, según despacho de Europa Press y EFE.
Desde noviembre de 2011, el desempleo se incrementó en 487.355 personas, un 11%.
De acuerdo con los datos de Empleo, la desocupación subió en noviembre en ambos sexos, pero más entre las mujeres, con 50.764 desempleadas más (+2%), frente a un repunte del desempleo masculino de 23.532 hombres (+1%), situándose el total de mujeres sin trabajo en 2.491.589 y el de varones, en 2.416.228.
Por otra parte debemos saber,
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, del derechista Partido Popular (PP), profundizó en un año las políticas de ajuste empujando a España a un peligroso espiral de recesión, elevado desempleo, creciente exclusión y una tensión regional que amenaza con fracturar el país.
El 20 de noviembre de 2011, la derecha española celebró su regreso al poder con una histórica victoria por mayoría absoluta gracias al derrumbe de los socialistas, castigados por haber cedido a la política neoliberal de Bruselas.
La convicción de los conservadores era que con el cambio de gobierno España recuperaría la confianza de los mercados. Sin embargo ocurrió lo contrario: el ataque contra el país se intensificó en una clara apuesta especulativa contra el euro.
En aquel contexto de incertidumbre, Rajoy aprobó el mayor recorte de gasto de la historia, en una muestra de compromiso con la doctrina imperante en la Unión Europea (UE).
El presidente justificó las duras medidas en la herencia recibida del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que había dejado el país con la angustiosa cifra de 5 millones de desocupados y un déficit superior al 8% (finalmente el 9,3%).
No es dato menor destacar que en el mes de febrero se aprobó una reforma laboral que abarató el despido y restó poder a los sindicatos, que no tardaron en responder con una huelga general en marzo.
Con España en recesión por segunda vez en cuatro años, Rajoy presentó el presupuesto de 2013 con un recorte de gasto sin precedente en salud y educación; una fuerte suba del IVA, y la supresión de la extra de Navidad de los empleados públicos.
Los recortes impopulares y la solicitud de un rescate europeo para la endeudada banca española encontraron respuesta en la ciudadanía, que se enfrentó a una creciente represión que tuvo como hito la violenta actuación policial contra la protesta del 25 de septiembre frente al parlamento en Madrid.
La tensión escaló con la convocatoria de la segunda huelga general en ocho meses, algo inédito en democracia, mientras la crisis se cobraba sus primeras víctimas con seis suicidios motivados por los desalojos por impago hipotecario.
A este complejo panorama se unió el desafío soberanista de Cataluña, donde la crisis económica propició el avance del independentismo.
Es importante no olvidar que las medidas son dolorosas pero inevitables insiste Rajoy, quien igual que España sobrevive a la terapia de shock neoliberal.
