Es probable que en los últimos tiempos pocas cuestiones hayan suscitado cierta sensación de unanimidad como la sensación de que, los tan traídos y llevados, minijobs, no encajaban en absoluto en el marco de las necesidades de generación de empleo en nuestro país.
Con la boca grande, con la boca pequeña, en público o en privado, con más o menos expresividad, lo cierto es que de prácticamente todos los segmentos y todos los colores de la sociedad de nuestro país ha surgido una reacción de rechazo sostenida en el tiempo.
En la esencia del minijob se esconde un debate que, en el caso de un país como el nuestro con un desempleo juvenil por encima del 50%, puede llegar a ser un tanto torticero, un debate basado en el ¿usted que prefiere no trabajar o trabajar en estas condiciones? Que en buena medida se ofrecía como alternativa de despegue, poniendo como ejemplo la locomotora alemana. Por tanto estos mini trabajos se supone se convertían en una alternativa a la nada, mediante la cual, con muchas diferencias sobre beneficios y condiciones laborales en relación a un puesto de trabajo regulado, el usuario podía acceder a sueldos muy bajos que le permitieran poder llegar a obtener cierta cantidad de dinero libre de impuestos al mes.
Si tomamos como ejemplo la experiencia alemana, de la que parten buena medida la recomendación, vamos a descubrir algunas cuestiones cuando menos interesantes y tal vez no tan aireadas, entre ellas el hecho de que Alemania lleva unos cuantos meses en constante (ligera) destrucción de empleo, para un país en el que cerca del 20% de los trabajadores acreditan uno de estos mini empleos.
Efectivamente tomemos como buena la idea de que esta opción genera a corto plazo mano de obra. En la experiencia alemana, si escarbamos un poco la superficie, vamos a encontrar efectivamente una gran cantidad de mano de obra con amplias dificultades para continuar con sus trabajos temporales, y desde luego con muchísimas dificultades para acceder al mercado laboral regulado; ésta es una realidad tal vez no tan expuesta de el sostenimiento de los mini trabajos; el sostenimiento de sueldos bajos y la creación de sectores de trabajo precario; que como resultado obvio destruyen la demanda interna.
