Durante los últimos meses, y a la par que continúa subiendo la tasa de desempleo juvenil, y que millones de jóvenes tanto en nuestro país como el conjunto de Europa, enviaban curriculum en busca de un empleo escaso, las ayudas, las subvenciones o las ideas a futuro, parecían prodigarse al menos en previsión, pero no tanto en materialización; la necesidad de este tipo de impulsos se ha visto sin duda reflejada en la demanda del Bono de Empleo Jovén que se lanzaba en la comunidad autónoma de Andalucía y que ha visto cómo dicha demanda superaba todas las previsiones.
De hecho, si hacemos caso a las declaraciones de diferentes políticos andaluces, este bono podía haber multiplicado por cuatro no sólo las previsiones, sino realmente los fondos con los que se dotaba el proyecto.
En este caso, este bono, debía consistir en una propuesta de ayuda con destino a jóvenes menores de 35 años con título universitario o que hayan completado FP o ESO mediante la cual se divide la ayuda total de 4800 € en 12 mensualidades de 400 €. Esta ayuda se concibe como bonificación a la contratación; sólo se aporta en caso de que el solicitante es contratado antes del 20 noviembre de este año. El mecanismo de aplicación del bono lo que hará será cubrir la parte proporcional del sueldo equivalente a los 400 € durante el primer año de contrato; en el caso de un contrato de 1000 € por parte de una empresa, dicha empresa durante el primer año pagará 600 € mensuales ya que los otros 400 serán aportados por el bono.
La interrupción del cobro del bono, por ejemplo por un despido antes de que se cumpla el año de contrato, no acabará con el bono, que podrá seguir acumulando por el beneficiario (en la parte no dispuesta) para un posterior contrato.
De momento, como vemos, ya falta lógicamente de que se cierre el plazo el número de contratos realizados, parece que la demanda ha sido más que representativa, y cuadruplica de entrada la propia previsión.