Las opciones para elaborar los currículums son muchas, pero no todas son las correctas y adecuadas. Internet nos ofrece infinitas posibilidades y consejos sobre las claves de un CV, sobre lo que buscan los reclutadores, la estructura del CV o las palabras a utilizar. Debemos tener en cuenta todos estos detalles, pero siempre pensando en el puesto al que optamos y en la empresa.
La existencia de currículums estándar suele aplicarse en la mayor parte de las veces a la estructura del CV. Párrafos, datos personales, tipo de letra, fotografía, orden cronológico, resumirlo en una cara, etc. Pero a la hora de hablar del contenido del CV, cada uno debe enfocarlo hacia su situación.
Cada currículum es diferente, y unos pueden estar más especializados en un tema o tener más experiencia laboral o quizás acaban de terminar la carrera. Es por este motivo por el que hay que tener en cuenta qué ponemos en el CV.
Un recién licenciado, por falta de experiencia, hará más hincapié en sus estudios, en cursos , idiomas o hobbies que puedan ayudar a la obtención de trabajo. Por otro lado, una persona con varios años de experiencia, debe reducir en parte los estudios que considere menos relevantes, y dar más importancia a sus puestos en otras empresas y a las labores desempeñadas.
También depende la nuestra profesión. Si somos arquitectos o diseñadores gráficos, son los CV originales los que se llevan todas las miradas, pues la base de su trabajo es la originalidad y el diseño. En cambio, el que aspira a ser abogado o directivo en una gran empresa, deberá llevar un CV sencillo y sin ningún tipo de floritura.
Además, y como punto importante, es conveniente conocer características de las empresas a las que enviamos nuestro CV, y adecuar nuestra información a lo que piden en los candidatos. Enviar un CV y no cumplir los requisitos básicos no tiene sentido.
