De la misma manera que prácticamente en cualquier orden de vida existen reglas que se extienden a lo largo del tiempo y que, acomodadas a la realidad del momento, siguen siendo perfectamente válidas, la gran mayoría de reglas básicas en la creación de un currículum han venido ya desarrollándose a lo largo del tiempo, y se muestran perfectamente útiles, es más, totalmente imprescindibles.
Vamos a tratar en este artículo de acercarnos a algunas de esas principales reglas, en resumidas en una docena de consejos prácticos que no deben dejar de ponerse en práctica cuando confeccionamos nuestro currículum vitae.
A la hora de la presentación de un currículum, y aunque es cierto que en la actualidad parece que el currículum creativo de a pie a cualquier modelo de presentación, lo funcional, lo que sigue mostrándose efectivo, es el hecho de una presentación limpia, a ser posible en un papel impreso blanco o de tonos claros, y en un formato estándar con papel de calidad.
Por extensión al anterior debemos evitar de manera radical cuestiones como la escritura manual, el uso de fuentes de letras difíciles de leer o que resulten excesivamente abigarradas, así como una excesiva extensión del currículum, debemos ser capaces de condensar y compartimentado la información, un currículum excesivo el tamaño no es un buen currículum.
Por supuesto los dibujos de adorno, las posibles filigranas o imágenes supuestamente decorativas, quedan totalmente descartadas, se puede utilizar algún recurso como las negritas, pero, con contención, tratamos de dar una imagen de limpieza y facilitar la lectura, por ello las negritas pueden servir como puntos de referencia, pero también, con un mal uso, pueden emborronar la primera impresión del currículo.
Por último y en loca presentación se refiere queda claro que deberemos respetar cuestiones como espacios entre párrafos, márgenes, y por supuesto, entregar nuestro currículum únicamente impreso por una cara en cada una de sus hojas.
A la hora de la redacción es básico el hecho de la ausencia de errores ortográficos, buscamos un estilo directo, y, aunque podemos potenciar nuestro léxico con cuestiones como sinónimos, debemos tratar de no caer en el barroquismo, así como evitar cuestiones que afean el estilo como por ejemplo el exceso de repeticiones o las abreviaturas.
Como últimos consejos, recordaremos el hecho de que la inclusión de documentación no es en absoluto necesaria a no ser que sea requerida, aunque, la carta de presentación que acompaña al currículum resulta altamente recomendable. Por otro lado entregaremos siempre originales huyendo de las fotocopias que generan una imagen de envío masivo de currículum que no nos va a favorecer, en cuanto a la fotografía, debemos plantearnos la inclusión de la fotografía en color y por supuesto lo más reciente posible.
