En la actualidad, es muy común confeccionar una carta de presentación que se adjuntará con el currículum, porque es una manera de que el empleador conozca a la persona que va a entrevistar.
Una carta de presentación tiene que ser muy profesional y estar redactada de forma clara, concisa y sin faltas de ortografía. La idea de la carta es explicar porqué el candidato reúne los requisitos del puesto, destacando y dirigiendo la atención del seleccionador hacia las habilidades, capacidades y conocimientos que el candidato ha demostrado.
Lo más importante en la Carta de presentación es el cuerpo, y todas las partes que la componen, es por ello que no debe olvidar:
- Saludo: Cada carta debe estar dirigida a la persona con la que te interesa hablar, es decir, aquella que puede contratarte.
- Introducción: Las cartas de presentación son cartas para “venderte”, están hechas para llamar la atención de la persona que puede contratarte.
- Cuerpo: Esta es la parte que tiene que aprovechar para venderte bien, para mostrar a la empresa, que es lo que tienes que ofrecer y porque necesitan contratarte. Así, explica aquí qué es lo puedes aportas (logros, experiencia), qué habilidades y capacidades tienes y podrás utilizar para desarrollar las funciones del puesto.
No olvides que al final de la carta, debes pedir una entrevista. Menciona que puedes llamar para concertar una cita o reunión, no una entrevista. Termina con algún cumplido estándar pero cercano, seguido de tu firma. También puedes incluir tu número de teléfono bajo la firma, a modo de recordatorio.
En lo que respecta a la forma de escritura, debes ser formal, correcto, respetuoso y sobre todo, debes marcar la diferencia. El objetivo de la carta de presentación es que al leerla, el empleador debe querer conocerte aún más, ya que vas a mostrar un perfil interesante.