La negociación del salario es algo complicado. La mayoría de las grandes empresas, sobre todo con los trabajadores con menos responsabilidad, pactan los salarios desde la firma del contrato, y hasta que no se cambia de puesto o no se aumentan las responsabilidades es prácticamente imposible cambiarlo.
Hoy en día, con el número tan elevado de parados, es más difícil aún, ya que es más probable que haya alguien que quiera hacer nuestro trabajo por menos salario. Es en estos casos, cuando nuestra aportación a la empresa adquiere sentido, además de nuestros conocimientos y por supuesto la experiencia y conocimiento de la empresa.
Los cargos más altos, pueden tener más posibilidades de modificar su salario, ya que tienen ingresos extras, como pueden ser de viajes, o de negocios llevados a cabo, que pueden suponer un plus importante. Pero lo cierto es que todos debemos negociar una subida de sueldo, en cualquier momento. Aunque nos arriesguemos (el no ya lo tenemos), podemos dar cuenta de nuestras habilidades, y de cómo poco a poco hemos ido adquiriendo más responsabilidad casi sin notarlo.
El salario potencial, es aquel que creemos que debemos tener, en relación a nuestra aportación a la empresa. Para conocerlo, será necesario contestar una serie de preguntas, bastante sencillas, sobre nuestras tareas.
¿Soy valioso para mi empresa?
Es ahora cuando tienen que poner en una balanza las veces que “tiran” de ti al cerrar un negocio, o al estar presente en una reunión. Tu opinión se ha convertido en indispensable para los jefes, y siempre quieren tener tu punto de vista. Además de esto, tienes un buen rendimiento, entregas tu trabajo puntualmente, y siempre das lo mejor de ti para hacerlo lo mejor posible.
¿Cuál es mi compensación?
Generalmente, las compensaciones que tenemos van en función del cargo. Seguro médico, pagos en especie, uso de determinados activos de la empresa, etc. Pero el salario es aquello que nos dan por nuestro trabajo. Por ello si además realizamos bien nuestro trabajo, sin ninguna queja, e incluso hacemos más de lo que deberíamos es hora de un aumento.
¿Es importante tu trabajo en la empresa?
Este punto es algo complicado, ya que si hay un puesto de trabajo es porque es necesario. Pero hay distintos niveles. Algunos puestos son más indispensables que otros, pero puede ser que gracias a tu buen trabajo, hayas convertido ese puesto en indispensable para la empresa, y necesario para su buen funcionamiento.
¿Cuánto costaría reemplazarme?
Por supuesto, hay que ser consecuente con la subida de sueldo. No podemos pedir 1.000 euros más de la noche a la mañana, ya que el reemplazo sería algo mucho menos costoso para nuestro jefe. Siempre hay que intentar negociar una subida, que no supere nuestro propio reemplazamiento. Con los años esta subida será mayor.
¿Valoran tu trabajo en la empresa?
Este punto, es quizás es el más importante. Nunca conseguirá un aumento de sueldo, si tu jefe o empresa no valora el trabajo que realizas cada día. Si te consideran “dispensable”, es momento de cambiar de empresa, y encontrar una en la que realmente den importancia a lo que haces cada día, y tu dedicación, esfuerzo y conocimientos que aportas. Y es este el momento de hablar con posibles competidores, que sí vean en su trabajo algo bueno y necesario para su empresa. Conocer el mercado le ayudará a saber si puede pedir más o no, o si le darán trabajo en otra empresa, o es mejor seguir manteniendo el actual durante un tiempo.
