Cosas obvias que no se deben poner en un currículum

Con la crisis económica por la pandemia, y el estado del sector laboral actualmente, encontrar trabajo parece casi una misión imposible

Sin embargo, si llevamos a cabo una buena redacción sobre nuestro currículum, y evitamos cometer errores habituales, aumentaremos nuestras posibilidades de ser contratados.

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Recomendaciones al redactar un currículum, y cosas a evitar

La manera en la que presentemos nuestro currículum vitae, determinará en gran medida la oportunidad que tenemos para conseguir el puesto de trabajo ofertado. Muchos trabajadores no le dan la importancia necesaria, y los redactan incluyendo todo tipo de información sin tener en cuenta cuál es la información relevante que deberían facilitar a la empresa.

Dependiendo de la empresa a la que vayamos a presentar nuestro currículum, hay que dar en él más importancia a determinados trabajos que hayamos realizado. Por ejemplo, si el puesto de trabajo que se oferta es sobre programación de sistemas, no será útil que en nuestro currículum hablemos de nuestra formación en hostelería.

Por ello, resulta tan importante tener varias adaptaciones de nuestro currículum, en función de las ofertas a las que queramos acceder. Los expertos recomiendan tener al menos 1 adaptación por cada una de las ofertas a las que podemos optar.

En el momento de redactarlo, hay que saber colocar la información en el lugar correcto, y hacerlo de la manera más breve posible, sin omitir información importante. Los seleccionadores, especialmente aquellos que pertenecen a grandes empresas, reciben cientos o miles de currículums a la semana, por lo que apenas disponen de 7 segundos para hojear cada uno de ellos.

Nuestro objetivo será redactar el currículum de tal manera, que no pase desapercibido para el seleccionador durante ese corto espacio de tiempo. Por lo tanto, a la hora de redactar nuestro currículum, omitiremos:

Aquellos idiomas que comenzamos a aprender, pero no controlamos lo suficiente. No podemos decir que sabemos hablar francés, por tomar unas clases durante algunos meses. Si la información que vamos a incluir es poco fiable, debemos descartarla por compleo.

Tampoco es necesario incluir información que resulte obvia. Por ejemplo, incluir que sabemos manejar nuestro correo electrónico. Actualmente, nos encontramos en una época dominada por la tecnología, siendo completamente necesario que tengamos al menos un nivel mínimo de conocimientos sobre ella para poder acceder a cualquier trabajo.

Por supuesto, las mentiras en nuestro currículum quedan totalmente descartadas. Mentir en el momento de redactar un documento tan importante como este, no sólo es un error garrafal, sino que demuestra una importante falta de ética y profesionalidad. No es necesario que, para quedar mejor, inventemos que hemos estudiado en ciertos lugares o que manejamos ciertos idiomas. Tarde o temprano, la empresa nos pillará y las consecuencias de nuestras mentiras pueden acabar incluso en una demanda judicial.

No resulta recomendable incluir en nuestro currículum las redes sociales de las que disponemos, si estas no se encuentran enfocadas a nuestra actividad laboral. Es decir, si nuestro perfil en redes sociales es poco profesional y muestra contenido que nada tiene que ver con el trabajo que queremos desempeñar o para el que nos encontramos formados, lo peor que podemos hacer es incluirlo en el currículum.

 

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