Uno de los recursos que podemos utilizar para poder optar a una oferta de empleo es adjuntar a nuestro currículum vitae una carta de presentación. El objetivo es llamar la atención del entrevistador, marcar la diferencia y conseguir una entrevista personal. Nuestra carta de presentación tiene que tener algunas características esenciales.
A menudo, es habitual no tener carta de presentación y son muchos los que creen que es algo incensario y que a la larga no sirve de nada. Pero nada más lejos de la realidad, ya que muchas empresas, esas que hoy en día están presentes en redes sociales, piden una carta de presentación como seña de identidad.
Es decir que antes dos personas con las mismas cualidades y misma experiencia, teniendo una de ellas carta de presentación (por supuesto bien hecha), frente a una que no la tiene, lo más probable es que el elegido sea el de la carta de presentación. Por eso nunca está de más llevarla, o enviarla directamente, por si acaso.
- Estar redactada de forma clara, concisa y sin faltas de ortografía. La primera impresión es esencial para el reclutador.
- La carta no debe ocupar más de una cara de folio, un papel de calidad sin ningún desperfecto. Sin duda esta carta de presentación es una imagen de nosotros mismos.
- La carta siempre original, que no sean fotocopias. Igual que los trabajos que hemos entregado toda la vida, tanto los del colegio como los universitarios, incluso ya más adelante los proyectos a otras empresas o estudios de mercado a nuestros jefes, en papel original, con una buena impresión, y original.
- Usar frases cortas y sencillas, con palabras sencillas y claras. Al igual que en los CV hay que se claros, “ir al grano”. Muchas veces, cuando leemos frases largas, solemos perdernos en algún momento, y siempre es molesto volver a leerlo.
- Referirse a porqué somos los mejores para ese puesto. Destacando nuestras habilidades y lo que hemos aprendido en trabajos anteriores. No conviene repetir lo mismo que pone en el CV, el objetivo es destacar.
- Basarse en la experiencia laboral de años anteriores, con nombres de la empresa y del cargo que has desempeñado. Si has tenido otros trabajadores a tu cargo, trabajos en grupo, etc
- Diferenciar bien las partes de la carta. Una introducción que llame la atención y que invite al entrevistador a leer más.
- Escribir a quién va dirigida la carta, habla con la empresa para saber el nombre de la persona y adaptarlo a cada empresa a la que mandes el CV.
- Menciona datos de la empresa, que se note que estás interesado en formar parte de su plantilla , nombra algún proyecto que sepas que están haciendo
- Escribe la experiencia (si la tienes) en el mismo sector que la empresa o en empresas que desempeñen funciones parecidas.
- La parte importante será donde expones tus habilidades. Habla de experiencias y logros que creas que pueden ser relevantes para el puesto. No te excedas con cosas que no son demasiado importantes, pues podría ser contraproducente y demasiado extenso.
- Terminar la carta con algún cumplido, nunca un “espero su llamada” o tópicos por el estilo. La clave es marcar la diferencia.
