Como ya sabemos, un Assesment Center consiste en una técnica muy difundida entre las empresas para conocer de primera mano, cuáles son las cualidades y aptitudes de sus candidatos. A veces, lo escrito en el papel, no es suficiente para saber si esa persona realmente podrá aspirar al puesto en relación a sus estudios. Hay muchos factores que influyen en ello.
Por eso las empresas han visto en los assesment center una forma de acertar de pleno con los futuros trabajadores. Muchos de ellos afirman ser pacientes, trabajadores, tener liderazgo, trabajar en grupo, y muchas otras cualidades más que no es posible comprobar si no es en una situación real. Por eso las empresas nos ponen a prueba.
Este tipo de entrevistas tienen sus ventajas y sus inconvenientes. Como todo en esta vida. Es posible que nos pongamos nerviosos durante el ejercicio y que lo hagamos peor de lo que sabemos, o por el contrario nos pongamos nerviosos en las entrevistas o nuestro currículum no sea del todo brillante, pero tenemos unas cualidades innatas para salir airoso de malas situaciones. Aquí todo cuenta.
¿Qué podemos hacer para superarlas?
1. Conocimientos sobre la empresa
Debemos conocer todo sobre la empresa. Qué tipo de trabajadores tiene, cuáles son los servicios que ofrece la empresa, cómo son sus jefes, sus horarios, la flexibilidad, los clientes que tienen, los programas con los que trabajan, en definitiva, todo lo que podamos. Esto nos ayudará a tener una visión mucho más amplia de la empresa, y poder enfocar nuestras acciones a lo que ellos buscan.
2. Nuestro objetivo
En segundo lugar, debemos pensar en el puesto al que aspiramos. Qué situaciones límite podríamos encontrar, si necesitaremos idiomas, programas informáticos, contacto con el cliente, etc. De este modo iremos algo prevenidos sobre posibles ejercicios que tengas que ver con el puesto que vamos a desempeñar.
3. No “dar la nota”
En tercer lugar, aunque más importante que los anteriores, no destacar por encima de todos llamando la atención. Es importante hacer las actividades bien y con discreción. Los entrevistadores y ojeadores están pendientes de todos los movimientos, y seguramente haya varios, por lo que intentarán que no se les escape detalle. En estas situaciones es muy fácil detectar aquellos que se las “dan de listos” y aquellos que no. Ser uno mismo nos ayudará siempre en cualquier entrevista.