En algunas empresas, es muy importante presentar junto con el CV una carta de recomendación. Esto, suele ser habitual, sobre todo si hemos trabajo en empresas del mismo sector, y en la que nuestro trabajo puede ser parecido o necesario para el nuevo puesto al que optamos. Otras veces, es posible que en el nuevo trabajo, quieran conocer la calidad y el nivel de nuestro trabajo, para conocer nuestra destreza y también nuestros conocimientos prácticos.
Las cartas de recomendación, deben llevar una estructura concreta, y se deben realizar con expresiones correctas y adecuadas, atendiendo en ellas a palabras técnicas del sector si así fuera necesario. Esta carta, deberá estar redactada por nuestro jefe o por alguien que haya estado pendiente de nuestro trabajo y que lo haya supervisado. Será el que mejor de cuenta de nuestra calidad.
¿Qué debe poner?
En ella deberá reflejarse una introducción, con información sobre el candidato, la empresa o general. En segundo lugar, lo que sería el desarrollo, con los trabajos realizados, o los logros conseguidos, así como la relación con el nuevo trabajo. También puede ser bueno incluir buenas relaciones con los demás trabajadores, si fuese el caso. Por supuesto las cartas de recomendación deben ser siempre positivas.
En último lugar, se debe incluir la recomendación pertinente. Con el nombre del que firma la carta y el cargo que desempeña en la empresa. Con la firma, es aconsejable indicar la dirección del que recomienda, y los datos de cómo ponerse en contacto con el para cualquier consulta.
¿Quién la firma?
Las cartas de recomendación, son en muchas ocasiones, realizadas por compañeros, amigos, e incluso relacionadas con un trabajo que no tiene excesiva relación con el nuevo al que vamos a optar. Esto no tiene nada que ver con rangos. Con esto, nos referimos, a que si hemos desempeñado un trabajo más o menos básico, en un escalón bajo dentro de la empresa, no tiene porque ser malo.
¿Para qué me sirve?
Las cartas de recomendación tiene como único fin, el apoyar el CV del candidato, y dar veracidad a su trabajo, responsabilidad y capacidad para realizarlo. Si nos falta experiencia , o algo concreto que pidan en el trabajo, tampoco servirá de mucho. Por supuesto, las cartas de recomendación suelen verificarse, por teléfono o en persona, con la persona que lo firma. Por ese motivo la mentira no tiene sentido.
