Cuando hablamos de errores en el currículum, generalmente nos centramos en cuestiones como la presentación, la ortografía, la buena identificación de elementos clave para el reclutador, etc. Sin embargo, existen algunas áreas que, son especialmente sensibles y en las que se suelen cometer más errores que en otras.
A la hora de realizar nuestro currículum, además de todas estas cuestiones trascendentes de las que tanto hemos hablado, es importante que prestemos mucha atención a estas áreas en las que no siempre acertamos a la hora de enfocar el contenido, los adjuntos, posiblemente el modelo de redacción.
El apartado de datos personales
Los datos personales son imprescindibles, así como nuestro nombre de perfil en determinadas redes sociales, dirrección, teléfono y por lo menos tres formas diferentes de ponerse en contacto con nosotros. No hace falta decir, que nos olvidemos de motes, o que no incluyamos nuestros perfiles sociales si no son de recibo.
En estas ocasiones, y dada la importancia que se le da al manejo de todo los “social”, conviene mejorar nuestros perfiles, eliminar aquello que no queramos que sepan en la empresas, y todo aquello que pueda perjudicar nuestra imagen. Otra opción es hacerse otro perfil, y por supuesto evitar usar aquellas redes que son para buscar trabajo, como LinkedIn para otros fines.
Respecto a la fotografía, es conveniente ponerla, ya que esta no influirá en si nos cogen o no. Independientemente de esto, si escogemos incluir la fotografía, debe estar cuidada, con ropa adecuada y no estar recortada de otra fotografía. El mejor ejemplo es la del DNI.
Cómo se presenta el apartado académico
Si estamos faltos de espacio, esta es la sección donde más se decide recortar, no se sabe bien por qué. Como es lógico, para todos aquellos que hayan realizado una carrera superior, se da por hecho que superaron infantil, primaria, secundaria y bachillerato, o en su defecto algún curso de formación profesional. Hay que tener en cuenta que lo más importante son los estudios superiores, cursos de renovación, master, postgrado, etc. Con esto también debemos incluir alguna reseña, sobre nuestra especialidad, o incluso sobre las notas si son dignas de ello. Muchas veces hay que extenderse un poco y no limitarse a poner el título.
Experiencia
Es esta sección la que más importancia suele tener, pero es habitual no resaltarla como debiéramos. En ella, además de los puestos que hemos desempeñado, los años y el nombre de la empresa, debemos hacer una breve reseña sobre qué funciones hemos desempeñado, así como logros y objetivos conseguidos. Es importante estar activos en cuanto a trabajos, incluso si no son remunerados, ya que las empresas valoran muchos los “meses/años de sequía”. Si no queremos trabajar, lo mejor es apuntarse a algún curso gratuito que al menos nos forme.
Los idiomas y cómo se presentan
En el apartado de idiomas, debemos ser muy claros con el nivel que tenemos en cada una de las “modalidades”. Con esto nos referimos al nivel escrito, gramatical o hablado. Además debemos utilizar las siglas oficiales de los niveles, y las que se reconocen internacionalmente, por ejemplo B2 para nivel First.
Datos relevantes que a veces olvidamos aportar
Aquí es donde debemos reducir, si estamos faltos de espacio. Es cierto que algunas empresas, dan verdadera importancia a tener coche propio, estar en posesión del carnet de conducir o tener posibilidad de desplazamiento. No hay que “obligarse” a incluir estos datos, ya que si realmente les convence nuestra experiencia y nuestros conocimientos, nos preguntarán posteriormente sobre estos datos.