Hace años una gran cantidad de españoles tomaron la decisión de dejar su país, su gente, sus costumbres, etc. por buscar un lugar mejor, donde poder ahorrar y prosperar. Dicho de otra forma, se convirtieron en emigrantes. Con el paso del tiempo este movimiento cíclico vuelve a repetirse de nuevo. No, no hay trabajo en España, y el número de desempleados cada día aumenta, de manera que no nos quedan más opciones que marcharnos a probar fortuna como se decía antes. Uno de esos destinos es Alemania, que durante mucho tiempo ha acogido a multitud de inmigrantes con ganas de salir adelante.
El problema con el que nos podemos encontrar ahora es que el Gobierno alemán tiene pensado aprobar a principios del próximo mes un proyecto de ley con el que pretende expulsar a aquellos ciudadanos que pertenezcan, como es nuestro caso, a la Unión Europea si tras seis meses sin trabajar no demostramos que existan posibilidades de encontrar empleo en un breve plazo de tiempo. Según Stephan Mayer, portavoz de Interior del grupo parlamentario conservador CDU/CSU, se prevé que llegue al Consejo de Ministros entre el 4 y el 11 de junio.
Expulsados de Alemania
El objetivo de este proyecto de ley es evitar que los inmigrantes comunitarios hagan un uso excesivo del sistema social germano. Existe dentro del Gobierno teutón miedo a que Alemania se convierta en un destino predilecto para los países de la periferia y que se debilite el sistema sanitario, de pensiones, etc. Supuestamente nos encontraremos con una situación nada agradable una vez salga aprobada la ley, si después de seis meses de búsqueda de empleo no conseguimos un puesto de trabajo que nos permita quedarnos en el país.
Así mismo, en el supuesto de haber cometido fraude para obtener el permiso de residencia, se nos expulsará del país y no podremos volver como mínimo en cinco años. Otro de los que se pretende llevar a cabo es el endurecimiento de las leyes para aquellas personas extranjeras que soliciten cierto tipo de prestaciones, como ocurre con la prestación por hijo al cargo. De esta manera, se evitará, o al menos es lo que se espera, la percepción por partida doble de aquellas familias que residen fuera del país mientras al menos uno de los progenitores reside en Alemania.