Elegir el formato adecuado para tu currículum puede marcar la diferencia entre captar la atención del reclutador o pasar desapercibido. En 2025, los formatos tradicionales siguen vigentes, pero es fundamental elegir el que mejor resalte tus fortalezas.
El formato cronológico
Es el más común y el preferido por los reclutadores tradicionales. Organiza tu experiencia laboral en orden inverso, empezando por tu puesto más reciente. Es ideal si tienes una trayectoria laboral sólida y sin interrupciones.
Ventajas: Resalta tu crecimiento profesional.
Desventajas: Si tienes lagunas en tu experiencia laboral, será evidente.
El formato funcional
Este formato prioriza las habilidades por encima de la experiencia cronológica. Es perfecto si estás cambiando de sector o tienes poca experiencia laboral, ya que te permite destacar lo que sabes hacer.
Ventajas: Se centra en tus competencias, no en tu historial laboral.
Desventajas: Puede generar desconfianza si el reclutador busca experiencia concreta.
El formato combinado
Es una mezcla de los dos anteriores. Presenta primero un apartado de habilidades destacadas y luego una sección cronológica con tus empleos. Es ideal si tienes experiencia relevante, pero quieres dar protagonismo a tus competencias.
Ventajas: Combina lo mejor de ambos formatos.
Desventajas: Requiere más tiempo para diseñarlo bien.
Elegir el formato correcto depende de tu situación laboral. Recuerda que no hay una opción universal: lo importante es que tu CV cuente tu historia de manera clara y convincente.
