Todo lo que debes saber sobre tu despido

En cuanto a despidos no hay nada escrito. Eso sí, se pueden agrupar y podemos hablar de ciertos trucos importantes para ese momento. 

Todo lo que debes saber sobre tu despido

A pesar de que puede ser por otro motivo, lo común suele ser la extinción de un contrato, en tres situaciones diferentes

  • Que el contrato temporal finalice.
  • Que el trabajador quiera dejar de trabajar en la compañía 
  • Un despido

Estas son algunas de las razones por las que puede haber un despido, todas ellas diferentes entre ellas y todas conllevan situaciones diferentes. Cada situación será diferente en cuanto a indemnización, contratos, o incluso la readmisión en la entidad.

Tipos de despido

Hay más, pero en este artículo vamos a analizar tres tipos primordiales

El despido procedente 

Es cuando la empresa tiene razones de peso para llevar a cabo este despido. Hay muchas razones y casos diferentes pero estas son las más comunes: 

  • Despido disciplinario: este despido se da cuando la persona no cumple con los requisitos de su contrato
  • Despido por motivos objetivos: de forma justificada, si la empresa está pasando por un momento económico malo, cambio en la forma de organizar la entidad, o que quizás el puesto de trabajo deba desaparecer.

La diferencia entre ambos está en la compensación que se lleva el despido. En caso de un despido por incumplimiento de disciplina, el trabajador no recibirá nada. En los despidos objetivos la situación cambia y el trabajador puede recibir hasta 20 días de sueldo por año trabajado hasta completar las 12 mensualidades. En caso de que la suma no llegue a un año se prorratea la indemnización. 

En este tipo de despidos la empresa es la que debe realizar todo el proceso, y debe justificar en cada una de las situaciones su decisión. En el primer caso demostrar que ha existido un incumplimiento, y en el segundo que efectivamente no pueden mantener al trabajador.  En caso de no llevar a cabo una justificación rigurosa, el despido pasará a considerarse improcedente, lo que conlleva consecuencias completamente diferentes.

Despido Improcedente

En caso de no existir una justificación válida y rigurosa por la que el trabajador va a ser despedido, entonces estamos hablando de un despido improcedente. En el caso de estos despidos, solo hay dos tipos bajo los que se puede gestionar: 

  • Debe pagar al trabajador 33 días por año trabajado para después de febrero del 2012. 45 días para los años de después
  • La posibilidad de readmitir al trabajador en su empresa y además, pagarle el salario que le hubiera correspondido entre el despido y la declaración de improcedencia. 

Suele ser lo más común y la mayoría de las veces la empresa abona al trabajador la indemnización. 

Despido nulo

Los despidos nulos son aquellos que se realizan bajo un criterio de discriminación, normalmente enfocado a minorías, puede ser por raza, sexo, orientación sexual… etc. 

En este caso la única opción que tiene la empresa es la readmisión del trabajador a su plantilla. No solo eso, deberá pagar al readmitido salarios que se conocen como salarios de tramitación. Que como en los despidos improcedentes, es la cantidad de dinero acumulada entre el despido y la declaración de nulidad.

 

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