Es bueno poner fracasos en un curriculum

Existe una gran cantidad de dudas a la hora de elaborar un currículum, una de ellas tiene que ver con la necesidad de decir la verdad de manera absoluta. Esto nos lleva a preguntarnos si es necesario que en nuestro currículum también figuran los malos momentos profesionales si los ha habido.

No es una duda menor. En una carrera profesional pueden ocurrir problemas, fracasos, o malos resultados que no tienen porque dominar el resto de la vida laboral. Sin embargo, se trata de una forma compleja en la cual no siempre estamos preparados para asumir. ¿Conviene en este caso incluirlas en el curriculum?.

primer curriculum

Realmente, es necesario mantener nuestro currículum preparado para cualquier tipo de trabajo que queramos conseguir, de forma que podamos adaptarlo fácilmente a las exigencias de una empresa u otra. Sin necesidad de mentir ni exagerar, debemos recabar en él todas nuestras experiencias laborales, todos los logros y éxitos que hemos conseguido a lo largo de nuestra carrera profesional.

No obstante, también existen currículum vitae dobles, en los que se incluyen aquellos momentos que no resultaron ser tan buenos en nuestra vida laboral. Por supuesto, es un tipo de currículum que no todo el mundo utiliza, puesto que en él se reflejan muchos de los fracasos laborales que hemos vivido, tales como despidos, ofertas de trabajo perdidas, ascensos que no se pudieron conseguir, etc.

A priori, no parece para nada una buena idea realizar un currículum como este, ya que se supone que lo que pretendemos a través de nuestro currículo es que la empresa se fije en nosotros, y si redactamos algo como lo que acabamos de mencionar, más bien vamos a asustarla.

Pero esto no es del todo cierto. Resaltar nuestros fallos, indica honestidad y transparencia. Además, en cada uno de los fallos podemos añadir brevemente las razones por las que no conseguimos que el empleo saliera bien. De esta manera, podrás demostrar que has aprendido de los errores pasados, y que no tienes ni la más mínima intención de que se repitan de nuevo en este nuevo puesto de trabajo.

En otras palabras, no hay que redactar este currículo de forma que nos recreemos en nuestros errores, sino que simplemente debemos demostrar que somos honestos y que hemos aprendido de ellos y hemos madurado como profesionales.

Es más, muchos expertos señalan que cometer un error nos da la extraña oportunidad de encontrar y abordar las cosas que salieron mal. Es una oportunidad por la que deberíamos estar agradecidos, porque aprendemos mucho más del fracaso que del éxito, y analizar honestamente nuestros propios propios fracasos puede llevarnos al tipo de introspección que nos ayuda a crecer, así como a mostrar que el camino hacia el éxito no es una línea recta.

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