En no pocas ocasiones, nos quedamos a la espera de una contestación por parte de la empresa, en relación a una entrevista de trabajo. Ciertamente, la mayoría de las empresas, suelen responder, tanto si la respuesta es positiva o negativa, por lo que si no responden o si nos rechazan de forma habitual a la primera ocasión, debemos tenerlo en cuenta.
A la hora de realizar nuestro CV, hay determinadas cuestiones que,al parecernos obvias o absurdas, no tenemos en cuenta, pero que influyen de manera decisiva. También nuestra actitud es importante, tanto a lo largo de la entrevista como después de realizarla.
CV impoluto
A la hora de enviar nuestro CV, debemos tener especial cuidado en la realización y apariencia del mismo. El formato debe ser sencillo, y no tener errores ortográficos o semejantes, como el uso de mayúsculas, tildes, sangría, espaciado, etc. Además debemos intentar tocar todos los puntos básicos, como formación, experiencia, idiomas. Si alguno de estos falla, debemos hacer lo posible por mejorarlo.
Tiempos en “stand-by”
En períodos en los que buscamos trabajo, es conveniente realizar cursos formativos o un trabajo diferente, en vez de “no hacer nada”. En muchas ocasiones, las empresas, prefieren un candidato que no ha salido del mercado laboral a uno que ha estado fuera durante un tiempo prolongado. Debemos tener cuidado con los períodos en blanco, e intentar justificar cada año de nuestra vida laboral.
Requisitos
Por supuesto, si en un anuncio piden unos determinados requisitos en el aspirante, debemos cumplirlos en su totalidad. El primer filtro que utilizan para el descarte es el cumplimiento de estos puntos.
Fechas y títulos adecuados
Las fechas y el nombre con el que designamos tanto puestos en otras empresas como para las carreras universitarias, son muy importantes para el reclutador. Si este se encuentra con diferencias entre un CV y otro, o entre nuestros perfiles en redes sociales, creará cierto recelo hacia nosotros y dudas que no vienen bien.
Insistencia
Cuando hemos realizado una entrevista, y tras dar las gracias y ofrecernos para cualquier cosa que necesiten, no debemos insistir en que nos den una respuesta. Llamar o enviar correos a la empresa, puede resultar agresivo, y es posible que el reclutador no nos llame por ese motivo.