Generalmente, el objetivo de muchos trabajadores es ascender. Sobre todo en empresas grandes, es importante el ascenso, ya no solo por el aumento de sueldo sino por el prestigio. Pero muchas veces, ese ascenso no es lo que se esperaba, o sencillamente estábamos bien antes. Un ascenso viene acompañado de otros muchos cambios que hay que tener en cuenta.
Cuando alguien rechaza un ascenso, suele recibir críticas y opiniones negativas del otro, pero quizás esa persona ha hecho lo mejor para el, y no para su cuenta corriente. Ascender implica, además de una subida de sueldo (en la mayoría de las ocasiones), mayor dedicación y responsabilidad ante todas las situaciones.
No son pocos, los que se levantan cada día con una sonrisa, por llegar a ese trabajo que tanto les gusta realizar cada día. Es posible que un ascenso elimine parte de ese trabajo, y se tengan que realizar otras tareas. Eso supone una insatisfacción personal, ya que lo que realmente le gustaba hacer, era el trabajo de antes. Por eso, hay que tener muy claro qué tareas tendremos que hacer y valorar si compensa o no, más allá de la remuneración.
Es posible, que un ascenso suponga una reubicación, de hecho es de lo más normal. Trasladar a la familia, dejar atrás a los amigos, tener que desplazarse cada día… no vale todo a la hora de aceptar un ascenso.
Es algo habitual, que algunos jefes decidan “ascender” a algunos empleados, pero sin variar el sueldo, y sin cambiar las tareas. Es lo que se conoce como “promoción de nombre”. Es algo así como un ascenso lateral, es decir al mismo nivel. Quizás en estos casos, sea mejor quedarnos como estábamos.
Otro de los inconvenientes a la hora de ascender, es la responsabilidad. Estar al cargo de otros trabajadores, puede resultar estrenaste y tendremos que dar muchas más explicaciones que antes, quedarnos más horas… lo que viene siendo hacer de “jefe”.
El sueldo suele ser la gran motivación por la que buscamos un ascenso, pero es posible que nuestro equilibrio entre la vida laboral y la personal se resienta. Aceptar un ascenso, solo por el aumento de salario es un gran error. Otras veces, es posible que no estemos lo suficientemente preparados para ese ascenso, y nos venga demasiado grande. No es malo reconocerlo, ya que fallar en ese puesto de trabajo y perder nuestro puesto sería mucho peor.
