A pesar de la idea de muchos de llegar a ser futbolista, bombero, o piloto, no es tan fácil. La mayoría de los trabajos de hoy en día requieren de una especialización y un estudio aunque sea mínimo. La evolución que han sufrido las empresas, y el fuerte desarrollo de las nuevas tecnologías, ha obligado a la creación de nuevos puestos de trabajo y con ello al estudio de los mismos.
La fuerte competencia que hay hoy en día, hace y hará que cada vez tengamos que saber más sobre el trabajo a desempeñar, será de cajero o de gran ejecutivo de una multinacional. Y como no podía ser menos, algunos trabajos poco comunes, también lo requieren, incluso más que los habituales. Veamos algunos de ellos:
- Piloto de balones. Es habitual ver sobre todo en algunas ciudades o países, pilotos de balones que llevan publicidad, o incluso las avionetas que vemos pasar en la playa. Para poder llegar a este puesto se necesita una preparación especial, y algunas horas de vuelo. El sector turístico o incluso la meteorología son clave en ofertas de este tipo.
- Profesional de Pinball. Pues si, igual que los juegos de PC o de consolas, los profesionales de deportes que son una diversión para algunos se pueden convertir en profesión para otros. Ya existen campeonatos en los que se puede ganar una buena cantidad, y para esto se necesita táctica, y práctica, además de un buen uso de las herramientas necesarias.
- Programador lingüístico. Ya sabemos que los programadores informáticos son una de las profesiones más demandadas, pero no es lo mismo que esta variante, que supone la programación de esos programas que interactúan con el día a día del ser humano, y sobre todo con su voz, como por ejemplo SIRI.
- Hackers “buenos”. Además de los hackers que se dedican a entra en otras webs y a piratearlas, también existen los buenos, que se dedican a comprobar el nivel de seguridad de estas webs.
- Futuristas. Esta profesión es algo menos habitual pero no inexistente. Dependiendo de qué empresas y de qué países, es posible encontrar personas que pueden adivinar qué pasará con la empresa en el futuro mediante estudios o estadísticas.