Parece una tontería, pero muchas veces cuando nos ascienden, los trabajadores nos ven como el empleado que éramos hace unas semanas. Esto puede ser bueno o malo, dependiendo de la situación. Es cierto que en realidad lo único que cambia es tu posición, y seguramente tu sueldo, pero si nos ponemos a analizar la situación, son muchos más factores los que influyen en esto.
A menudo nuestro físico, no refleja lo que realmente somos. La apariencia física es importante en todos los trabajos y puede ayudarnos a cerrar acuerdos y encontrar más clientes. O por el contrario alejarlos y dificultarnos la búsqueda. Por este motivo, y sobre todo si nos han ascendido, es necesario cambiar algunos aspectos. Al igual que nuestro puesto ha cambiado, nosotros también, y los demás lo tienen que notar.
Unos sencillos trucos nos ayudarán con esta tarea. Aunque parezcan simples y absurdos, nunca está de más probarlos a ver si efectivamente tenemos razón. Si nos han ascendido y tenemos personas a nuestro cargo, estas deben vernos como alguien con mayor responsabilidad y por encima de ellos. No en términos de ser mejor, sino de tener mayor responsabilidad y de ser los responsables de que hagan bien su trabajo.
1. Cuidar los olores
Con esto no nos referimos a que evitemos oler mal, esto lógicamente es algo común a todos los empleados (aunque muchos no lo cumplan en determinadas ocasiones). A la hora de asistir a una reunión o de conocer nuevos clientes, un perfume excesivamente fuerte, tanto para ellos como para ellas, puede ser un mal recuerdo para nuestro futuro cliente. Un malestar en el público, supondrá una reacción contraria a la que queremos que tengan.
2. Limpios y bien aseados
Uno de los rasgos en los que más se fija la gente es en el pelo. Es necesario que esté bien peinado y limpio, ya que de no ser así puede dar la sensación de desorden o poca profesionalidad. Igual pasa con la ropa, que debe ser adecuada para cada momento, y por supuesto no tener manchas ni cualquier otra cosa que desmerezca nuestra imagen. Nunca se sabe cuando tendremos una reunión o la visita inesperada de un cliente.
3. Las manos, un factor muy importante
Las manos son una de las partes del cuerpo que más dice de nosotros. Unas uñas bien cuidadas, cortas y limpias, serán síntoma de orden, trabajo bien hecho, compromiso y de perfeccionismo. A lo largo del día tendremos que dar la mano a muchos clientes, y aunque no nos hayamos fijado, estamos contínuamente trabajando al ordenador o escribiendo algún informe, lo que hace que nuestras manos sean un espejo de nosotros mismos.