Las entrevistas de trabajo puede jugarnos a veces una mala pasada, y la mayoría de las veces nos ponemos bastante nerviosos y tenemos algún “lapsus” que no deberíamos haber dicho. Es importante mantener la calma y decir siempre la verdad, ya que es muy fácil comprobar si lo que se cuenta es verdad.
Antes de ir a una entrevista, no está de más preparar algunas de las preguntas típicas que suelen hacer de forma general, y no olvidarse de llevar una copia del currículum vitae y una carta de presentación. También se debe tener en cuenta el tono que se utiliza en la entrevista y las palabras que se utilizan, por supuesto también la forma de hablar. A continuación enumeraremos algunas de las palabras que no se deben decir en una entrevista de trabajo.
1. Obsesionado
Esta palabra es un poco intensa y alarmante, que destila mucha emoción, y en una situación de entrevista de trabajo, quizás no sería bien recibida por los entrevistadores. Hay que tener en cuenta que la palabra técnicamente significa hablar o pensar en algo demasiado y el objetivo es que los entrevistadores tengan una visión del candidato que le haga ver que puede encajar bien con el equipo
2. “No lo sé”
A veces, nos hacen algunas preguntas que no sabemos responder. Lo mejor es no decir que no se sabe, y contestar con algo general o con alguna evasiva de algún tipo, pero nunca que no se sabe algo. Uno de los objetivos es ver como se desenvuelve el individuo ante este tipo de situaciones. Una idea, sería pensar en una frase corta, como un tweet. A veces el silencio también es una buena opción.
3. Palabras malsonantes
Por supuesto, esto es impensable. Aunque las utilicemos en nuestro día a día, hay que ser educado y discreto. El entrevistador es una persona desconocida, que no sabe nada de nosotros y puede tener una impresión equivocada.
4. NO
Esta palabra da una sensación de cerrado y negatividad. Además en una frase larga, si se encuentra la palabra no, puede ser en la que más se fije el entrevistador. Se debe usar algún sinónimo, y por supuesto nunca decir que no se puede hacer algo, o que no nos gusta. Toda frase negativa se puede convertir en positiva y sobre todo en optimista. La facilidad de ver todo bien, y con posibles soluciones es una de las cualidades que quiere todo entrevistador.
