Parece que la profesión de taxista no supone muchos estudios, ya que con la capacidad de conducir un coche es suficiente. Pero estamos muy equivocados. Todos los taxistas necesitan presentarse a un examen para demostrar sus conocimientos y aptitudes. Aunque, como en todos sitios, depende de la ciudad donde te encuentres. En este caso depende del país.
En España, en concreto en la Comunidad de Madrid, es posible sacarse el permiso de conductor de taxi previa presentación de un examen. El tiempo medio que dedican los futuros conductores de taxi en Madrid es de 1 mes. Si nos comparamos con la ciudad de Londres, este período de estudio asciende a 3 años, y más de 25.000 calles aprendidas de memoria. Un examen dificilísimo para el que tardan años en preparase. Ahora viene la pregunta, ¿qué diferencia hay entre una ciudad y otra?
Ninguna. Bueno sí, que ellos conducen por la izquierda y nosotros por la derecha. Esa es la única diferencia que podemos encontrar a simple vista. Los londinenses dedican 3 años a memorizar unas 25.000 calles, además deben ser ágiles en la respuesta, claros y sobretodo amables. Pero no todo acaba aquí. Además si los futuros taxistas también van a incorporar un nuevo coche a esta flota deberán memorizar restaurantes, sitios históricos, hospitales, estaciones, centros comerciales, etc.
Nada de usar GPS como hacemos en Madrid. El exámen de los taxistas londinenses se denominan Knowledge. Además de estos conocimientos, en la escuela de taxistas de Londres, Knowledge Point School, tendrán que estudiar las mejores opciones para trasladar a un cliente a cualquier parte de la ciudad.
Para poder sacarse el permiso de taxista en Madrid sólo será necesario pasar un examen psicotécnico, 6 preguntas de planos, 12 de itinerarios,algún punto de interés, tarifas y marco jurídico. La preparación de estos exámenes puede durar desde entre 1 y 2 meses, y se puede hacer online presencial. Este examen dura aproximadamente unos 105 minutos.
Como anécdota, una de las características de los taxis londinenses es la medida de la parte de atrás de los vehículos. Debe de tener la suficiente altura como para que pueda entrar con comodidad un señor con la chistera puesta.