En España tenemos que saber que es uno de los tres países que más empleo doméstico generan en Europa, no olvidemos que junto a Francia e Italia, con los que comparte que un gran número de estos puestos son desempeñados por mujeres inmigrantes, según el informe Domestic workers across the world de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Hay que tener en cuenta que en los países desarrollados existen al menos 52 millones de trabajadores domésticos.
Si bien los datos que aporta el informe reflejan que España ha experimentado un rápido crecimiento de estos empleados, pasando de 355.000 en 1995 a 747.000 en 2010, más del doble en 15 años. Se sabe que la llegada de la crisis en 2008 ha supuesto un ligero retroceso en los últimos años.
Además también se sabe que más allá de España, recientes estimaciones de la OIT dicen que en los países desarrollados hay al menos 52 millones de personas (el 83 % mujeres) de empleados domésticos.
No olvidemos que estos trabajadores representan 7,5% del empleo asalariado de las mujeres en el mundo, y un porcentaje mucho mayor en regiones como Oriente Medio (31,8 %), América Latina y el Caribe (26,6 %) y Asia Pacífico (11,8 %).
Si bien en, Asia Pacífico hay 21,4 millones de trabajadores domésticos, en América Latina y el Caribe 19,6 millones, en África 5,2 millones, en los países avanzados 3,6 millones y en Oriente Medio 2,1 millones.
Tengamos en cuenta que lo que sucedió su informe, la OIT destaca que entre mediados de la década de 1990 y 2010 unos 19 millones de personas se sumaron a este sector, muchos de los cuales fueron emigrantes en búsqueda de trabajo.
Por parte de la OIT indica que “es probable que las cifras incluidas en el informe subestimen los números reales de los trabajadores domésticos, que en realidad podrían ser decenas de millones más”.
Además, es importante mencionar que la cifra de 52 millones excluye a los niños trabajadores domésticos menores de 15 años, que no están comprendidos en las encuestas utilizadas por el informe y que un estudio de la OIT fechado en 2008 cifró en al menos 7,4 millones.
Con cifras de todo el mundo, la OIT indica que sólo el 10% de todos los trabajadores domésticos está cubierto por alguna legislación laboral, mientras que una tercera parte (el 29,9% del total, hasta 15,7 millones de trabajadores), están excluidos por completo del alcance de la legislación laboral de los países.
Por parte de la educación, es la que actualmente es fundamental para legalizar la situación.
Si bien la subdirectora general de la OIT, Sandra Polaski destacó en rueda de prensa que más allá de la normativa, la educación es esencial.”La educación es clave para lograr la implementación efectiva de las leyes. La educación de los empleadores, de que sean conscientes de sus obligaciones, y de los empleados de que conozcan y reivindiquen sus derechos“, explico Polaski.
El informe cita el caso de los empleados domésticos en Malasia, que trabajan de promedio 66 horas semanales, y en Catar, Namibia, Tanzania y Arabia Saudí, donde trabajan entre 60 y 65 horas. Polaski, denunció que a estos trabajadores “se les exige que trabajen más horas que los otros trabajadores” y que “en muchos países no disfrutan del mismo derecho al descanso semanal que otros trabajadores”.
“Junto a la falta de derechos, la dependencia extrema de un empleador y la naturaleza aislada y desprotegida del trabajo doméstico pueden hacerlos vulnerables a la explotación y el abuso”, fue lo que agregó Polaski en la presentación del informe en Ginebra.