Seguramente, muchos nos hemos visto en una situación incómoda ante nuestro jefe. No todos estamos capacitados para liderar un equipo, o para tener gente a nuestro cargo. Si tienen a menudo roces con tu jefe, y no estas contento con el día a día, es posible que tengas un “mal jefe”.
Para saber si estas en esta situación, solo es necesario fijarse en algunas características. Te contamos algunas de las más comunes.
1. Tu jefe exige mucho más de lo posible
No por mandar más y ser más exigente se es mejor jefe. Hay que intentar que los trabajadores sean productivos, pero siempre dentro de unos límites. Los jefes han de intentar respetar los horarios, y conocer qué es lo que puede hacer cada trabajador. Si un jefe solo exige y pone normas, no es un buen jefe. Si tienes un jefe difícil te hará sentir mal, en el día a día, y sobre todo te hará tener dudas sobre tu trabajo y capacidades.
2. Tu jefe nunca es maleducado
Si tienes un jefe que converse poco con sus trabajadores, y que no se relacione, también es un mal jefe. Esto puede ser malo tanto para el trabajador como para las relaciones entre ellos. No solo deberá señalar los errores, también las buenas ideas y el trabajo bien hecho, aunque sea nuestra obligación. Un buen jefe será capaz de admitir los errores, escuchará ideas de sus trabajadores y además podrá poner en práctica estas ideas.
3. No orienta sus trabajadores
Un jefe imposible no ayuda a establecer metas, tiene como objetivo un determinado nivel de rendimiento, y no aporta ningún camino a seguir ni orienta a los trabajadores.
4. No acepta nuevas ideas
Un buen jefe, está abierto a nuevas ideas, y siempre escucha a sus trabajadores. Muchos tienen miedo de cambiar lo que hasta ahora a ido bien, y quieren que sus empleados hagan el trabajo, y nada más. Hay que tener presenta que es imposible avanzar sin innovar. Las nuevas tecnologías avanzan cada día y adaptarse a ellas es esencial para crecer.
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