Cuando escribimos el currículum, es habitual sucumbir a errores comunes. Es decir, a esos que nos ponían “para pillar” en los exámenes del colegio, pues igual, pero esta vez con el CV. Muchas veces, a nuestros ojos, nos parece un CV perfecto, con el que cualquier reclutador se quedaría impresionado, pero no.
Lamentablemente, son muchos los rechazos de candidatos por tener un mal CV, ya no por contenido, que también, sino por estructura, por caos, por aburrimiento, por un montón de factores. A continuación te damos 3 consejos más, que unidos a todos los que hemos dado en este blog, quieren ayudar a mejorar aunque sea un poquito el CV.
1. No compares tu CV con los de otros
No hay reglas claras sobre lo bien o mal que se escribe un CV. Es algo que depende del reclutador, pero hay que utilizar al sentido común, hacerlo desde una perspectiva propia, incluso contratar a alguien experto que nos ayude a enfocarlo de forma correcta. No te limites a escribir tu curriculum vitae de cualquier manera.
2. No es un telegrama cronológico
Escribir una hoja de vida profesional no significa que tengas que utilizar lápices de colores o de color gris y negro. La estructura y el diseño han de ser sencillos, pero no simples. No queremos que parezca una esquela. Habla de tu empresa, de tus logros, de tus responsabilidades, dentro de l medida e lo posible. Recuerda que no es un informe financiero, es un informe que expone lo mejor de uno mismo.
3. Logros y objetivos en otros trabajos
Es importante tener en cuenta que la experiencia es, sin duda, uno de los puntos más importante en el CV. Siempre que se pueda, hay que ofrecer al reclutador información que le sea útil, para saber lo competentes que somos, y posibles logros que hemos conseguido en nuestros trabajos anteriores. En las compañías en las que hemos estado, o en los departamentos por los que hemos rotado, y de los que se supone que conocemos su funcionamiento.
4. Confiar en nosotros y en nuestro conocimiento
No debemos olvidar que si optamos a un puesto de trabajo, es porque nos creemos con posibilidad de hacerlo y con los conocimientos necesarios para ello. Es por ese motivo por el que debemos incluir todos aquello que creemos relevante para el trabajo, esos logros importantes que avalan nuestros conocimientos y nuestras aptitudes.
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