¿Videocurriculum?

Es obvio hoy en día las nuevas tecnologías han brindado posibilidades a la hora de confeccionar un currículum que hace tan sólo unos años no eran ni siquiera planteables, sin embargo, por otro lado, esta enorme variedad de posibilidades existente hoy en día puede llegar confundir a quien redacta un currículum e inducirle a utilizar un formato que no resulte ser el más adecuado para sus características o para el empleo al que opta.

Dentro de estas opciones por supuesto figura la posibilidad del currículum en formato video, un modelo tal vez no tan extendido como otros pero que ha ido ganando peso  gracias tanto a las posibilidades de grabación existentes a partir de dispositivos y programas totalmente accesibles a todo tipo de usuarios, como a las propias plataformas y redes sociales capaces de asumir sin problemas este tipo de material.

¿Videocurriculum?

Sin embargo del mismo modo que ocurre con el currículum creativo, estamos ante un formato que no sólo no resulta adecuado para la gran mayoría de perfiles de usuario, sino que, probablemente, es cuando se presenta como elemento añadido o complementario a currículo tradicional donde adquiere su mayor potencial.

Sin duda la mayor baza de un currículo en vídeo reside en el hecho de mostrar al usuario de manera personal presentando sus virtudes y cualidades, es desde luego valorable ya que permitirá a quien lo visione hacerse una idea de las habilidades de comunicación, de la imagen, e incluso de la actitud ante una posible entrevista de trabajo. Pero realmente, y excepto en casos muy contados, aquí se acabarían las buenas noticias para quien desee utilizar de manera exclusiva este tipo de formato.

Por lo demás se trata de un modelo incómodo, que obliga al uso de un soporte extra al reclutador, que desde el punto de vista de la consulta no resulta en absoluto atractivo, y que, a diferencia de un currículum tradicional, no va a permitir un buen despliegue a primera vista de las habilidades o capacidades que pretendemos mostrar.

Por lo tanto, y en resumen, se trata de una opción más que las nuevas tecnologías ponen a disposición, pero por regla general debiera ser tomado más como un elemento de complemento que como modelo de currículum en sí mismo.

 

 

 

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