¿Quiero el trabajo o quiero la entrevista?

Aunque a primera vista no lo parezca la pregunta tiene su miga, es evidente que cuando preparamos el mejor currículum para solicitar una entrevista de trabajo el objetivo inicial es precisamente obtener dicha entrevista, sin embargo, perder de vista que la entrevista no es un fin en sí mismo y sí un medio para tratar de llegar a obtener un puesto de trabajo, puede dar lugar a una redacción de currículum totalmente volcada en obtener la entrevista a partir de elementos que, más tarde incluso pueden llegar a perjudicarnos.

En este sentido, muchas veces, hemos dado vueltas a la idoneidad de los currículum creativos, o excesivamente creativos, como un elemento de atracción que, innegablemente puede suponer algún ligero valor añadido de atracción cara a la entrevista, pero que cara a la obtención del puesto de trabajo no garantiza nada.

¿Quiero el trabajo o quiero la entrevista?

Al margen de sectores donde efectivamente la creatividad puede ser un valor añadido, lo cierto es que la experiencia de los currículum más sonados de los últimos años, la experiencia de quienes emplean currículum de alta creatividad, no ofrece unos resultados excesivamente positivos en relación a las entrevistas y los empleos. Es cierto, que este tipo de currículum, máxime cuando consiguen un valor de posicionamiento grande, como es el caso de los que se han convertido en auténticos fenómenos virales, pueden potencialmente generar una mayor corriente de simpatía para el reclutador, pero, una corriente de simpatía no es una aceptación de las condiciones del candidato cara a un desempeño laboral; algo que los reclutadores por supuesto conocen más que bien, ya que figura en el librillo maestro de todos los gestores de recursos humanos.

Internet está lleno de declaraciones de personas que han tenido lo que se puede definir como casos de éxito en currículum creativos en relación a lograr entrevistas, y la proporcionalidad de los que a raíz de esas entrevistas ha logrado trabajo es relativamente baja; lo cual se deduce que como fenómeno de atracción puede servir, como garantía de empleo no.

Dicho todo esto, para la gran mayoría de las ofertas de empleo, la combinación habitual de carta de presentación, currículum bien redactado y cartas de recomendación, resulta mucho más funcional y eficaz, no tenemos por qué no incluir dentro de este global de presentación algunos elementos que demuestren nuestra creatividad, pero, parece, basar nuestra presentación en un exceso de creatividad tal vez, y sobre todo dependiendo del sector al que nos queremos dirigir, no es la mejor de las ideas.

imagen geralt pixabay.com

 

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