El exceso de redacción en un curriculum

¿Ha escuchado hablar de un actor sobreactuado? Seguro que sí, es una actuación por encima de lo que se espera en lo que de naturalidad debe transmitir a un personaje y lo lleva a un extremo en el que, independientemente de lo previsible que pueda ser, todos sabemos que está actuando, que es un personaje y que no es real. Desde luego que hay más acepciones para la sobreactuación, pero esta es la que nos vale para lo que pretendemos explicar el artículo de hoy.

Y es que el exceso de redacción, o el exceso de información que no es lo mismo pero si produce un efecto similar, lleva a una modalidad de currículum sobrecargado que suele generar un rechazo casi automático en los profesionales que desde el primer momento, y con un volumen de acierto tremendamente sorprendente, van a detectar estas características.

El exceso de redacción en un curriculum

Podemos poner un ejemplo práctico para entender de lo que queremos hablar. Cuando nosotros hemos planteado nuestra experiencia laboral podemos obviamente, y de hecho debíamos hacerlo, plantear el establecimiento de un objetivo a futuro, que obviamente en el caso de un currículum tiene que relacionado con el puesto de trabajo al que estamos optando.

Ante esta cuestión nos podemos encontrar con dos posturas extremas, una muy débil en la cual o bien ni siquiera mencionamos un objetivo o mencionamos un objetivo condicionado a la decisión del empleador; con ambigüedades tipo “si usted tiene a bien” “si mi perfil les parece adecuado”… mientras que la otra postura extrema sería precisamente la de el exceso de redacción, una postura que, como vera el lector será muy a menudo y que sin embargo resulta un error de bulto; en esta postura dentro de ese exceso de redacción lanzamos mensajes sobre los objetivos demasiado ampuloso dos y genéricos; queremos crecer, queremos progresar, queremos demostrar…todo muy buenas voluntades pero desde el punto de vista práctico muy poco útiles.

¿Dónde estaría el equilibrio? Pues precisamente en lo que un reclutador busca, en los mensajes claros y concisos; “puesto de trabajo tal” “sección cual” “departamento tal o cual”…cuestiones perfectamente identificables por el reclutador, que puede automáticamente contrastar las tanto con nuestra experiencia profesional como con los valores que hemos incluido en el resto del currículum; no sobreactuemos al redactar nuestro currículum, no es nada positivo.

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